jueves, 30 de agosto de 2018

Las huidas

Huía de las decisiones así como muchas veces huía de las respuestas a las preguntas que le ponían los que lo amaban. No fue un buen corredor pero sabía huir. Los años de experiencia le han enseñado que a veces se puede huir solo dando un paso al lado escondiéndose en la sombra de otro tema o en la puerta del otro problema. Creía que huir complica menos las cosas, que éstas no tocadas se van a resolver solas o alguien que sabe más que él lo va a hacer. Eso no ocurría y los problemas no resueltos se hinchaban, amontonaban y causaban cada vez más peligro. Un día todo se podía derrumbar sepultando a los que estaban cerca. Trata de asumir tus responsabilidades, no huyas de ellas. Sé claro en lo que puedes, o estás dispuesto hacer. Que nadie espere de ti que de repente te vas a ocupar de algo de lo que nunca quisiste ocuparte. No esperes que otros hagan lo que a ti te toca.

Feliz jueves sin huidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario