Siempre decía, que aprendía de sus errores. Y antes
de terminar de decir esto, ya cometía los mismos, vestidos con otros
atuendos y en diferentes escenarios. Se ofuscaba, si alguien
intentaba llamarle atención. Confundida, secándose las lágrimas
de unos silenciosos ¿por qué? Buscaba culpables. En algunos
momentos hay que agachar la cabeza y mirar bajo los pies, para ver
por donde vamos. Así se evita, al mimo tiempo, tropezar y golpearse
la cabeza. La vida plena, interesante y divertida, no solo depende de
lo que hacemos o con quien estamos, sino también de lo que somos y
como somos en nuestros propios ojos. Si me aburro conmigo mismo,
parece injusto que quiera, que me aguanten otras personas.
Feliz Domingo de bien-ser y bien-estar consigo msimo
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