A Fabiola siempre le han gustado los mosaicos y las pinturas de
los impresionistas. No sabía muy bien por qué... Tal vez porque su
vida muchas veces estaba fragmentada y llena de manchas. Tenía
felicidades pequeñas como las piedritas de un mosaico o como manchas
hechas por un pincel. Mirando de cerca, todo parecía un caos, pero a
la distancia de un tiempo razonable, medida por suspiros, todo
formaba una hermosa composición. Fabiola la llamaba: “Mi Vida = Mi
Felicidad”.
Feliz Viernes de ver las cosas desde la distancia.
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