sábado, 15 de marzo de 2014

Comunicación

Marzelina tenía en sus manos un pequeño aparato que le sirve para comunicarse y entretener. Sirve, ayuda y a veces perjudica. Lo usaba pero también fácilmente abusaba de él. Con tanta tecnología en las manos olvidaba, que la comunicación de mejor calidad es a través de los ojos, oídos y tacto. El teléfono nos comunica con los que están lejos y nos impide la comunicación con los que están cerca, a nuestro lado. Es más importante mirar los ojos en vez de mirar la pantalla. No se trata solo de respeto sino de comunicación y valoración. Las personas en primer lugar. Dejemos el teléfono a un lado si hablamos con alguien que nos visita.



Feliz Sábado de comunicación directa.

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