miércoles, 19 de marzo de 2014

Motivos

Verónica a veces amanecía muy mal. Le faltaban las fuerzas y a veces hasta los motivos para levantarse. El trabajo que tenía que hacer, nunca era menos que ayer y las fuerzas para hacerlo, nunca eran más que ayer. Solo sus hijos, que no esperaban las explicaciones ni se sentían culpables, la motivaban para levantarse ya. Y al salir del dormitorio ocurría un pequeño milagro, él otro ocurría en la calle. Unas cuantas sonrisas, unos cuantos abrazos, besos y “Buenos días” dichos con alegría y de corazón, le daban fuerza para el resto del día.


Feliz Miércoles de repartir sonrisas y saludos

No hay comentarios:

Publicar un comentario