Se conocían
desde hace bastante tiempo. Últimamente han hecho más cosas juntos
que por separado. No sabían bien donde se terminaban las palabras y
donde empezaba el amor. Tampoco se preocupaban mucho por eso, porque
muchas cosas en la vida no se saben simplemente se viven. En cada
palabra, gesto, encuentro, hubo un anuncio de lo que viene después.
Sabían sembrar la felicidad hoy para cosecharla mañana. Nunca
tenían prisa, ni se llenaban de promesas. La realidad estaba tan
cargada de sentimientos, que apenas alcanzaban a vivir cada uno de
ellos, no necesitaban promesas que saturan y al final no se cumplen.
Solo necesitaban cuidar esta sencilla y natural conexión procurando
hacer posible que todo esté en el amor y que el amor esté en todo.
No hables tanto sobre el amor, mejor ama hablando o habla amando.
Feliz jueves
de amor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario