A Manuela su
felicidad le han sembrado cuando hubo mucho viento. Tal vez por eso
las cosas que amaba y las que deseaba, nunca estaban en el mismo
lugar. Se pasaba la vida persiguiendo a cada una de ellas, siempre
cuando a una se acercaba, de la otra se alejaba. La casa, el amor, la
familia, el hogar, los sueños, todo esto hace feliz a uno cuando
está cerca, más aun cuando está en un solo lugar. En el arte de
vivir procura poner esas cosas cerca, y si no se puede todavía por
lo menos deja cada uno de estos espacios bien comunicado con todos
los demás, porque cuando no se comunican bien se alejan, y la
persecución empieza de nuevo. Tu capacidad de comunicar acerca o
aleja las personas y las cosas. No cierres la boca, ni dejes que se
te vaya la felicidad.
Feliz martes
de unir las cosas.

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