viernes, 4 de marzo de 2016

Sinceridad para dentro

La sinceridad solo estaba entre sus exigencias casi nunca entre sus ofertas. Otros deberían ser sinceros, ella se quedaba callada. La sinceridad no le alcanzaba para ella misma frente a los demás y ni siquiera frente al espejo. Casi nunca llegaba a decir todo, ni a responder a todas las preguntas. La vida de otros fue de su interés hasta el último detalle y la suya propia se ocultaba detrás de silencios profundos y miradas desviadas. Nadie llegaba al fondo de su corazón incluyendo a ella misma. Antes de esperar o exigir la sinceridad ajena, regálate la propia. Cuestiónate así como cuestionas a los demás y no huyas de las respuestas.

Feliz viernes de sinceridad con uno mismo.

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