No eran muchos
los aciertos en su vida, pero no se quejaba. Todo lo que ha vivido ha
dejado una huella, un sabor en su vida y lo ha vivido con todo su
ser. Algunas veces a llorado y gritado hasta perder la voz, otras ha
gozado con todo, sintiendo que el corazón se le estaba saliendo del
pecho. No tuvo tiempo de sentir la tibieza en la que viven algunos.
En todo se daba todo, sin dejar nada para después. Algunos lo
llegaron a criticar mucho, porque según ellos no pensaba en el
futuro. Despilfarraba su tiempo. Y él no hacía otra cosa que vivir
a todo pulmón su presente, porque para él era lo único seguro que
tenía. Solo en su presente podía ser plenamente feliz, sintiendo
todo con todos sus sentidos. Ni lloraba por el pasado, ni se
angustiaba frente al futuro. Vive aquí y ahora, es lo que está en
tus manos y depende de ti.
Feliz jueves
de vivir.

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