En su casa había muchos aparatos y todos ellos
conectados, incluso algunos de ellos interconectados. Algunas nuevas
aplicaciones que estaba probando le permitían controlar algunos de
ellos a control remoto desde su teléfono. Cada vez que le tocaba
hacer la limpieza se enredaba en la telaraña de cables. Mirándolos
soñaba con aparatos libres de estas incomodas ataduras. Sabría que
se puede suprimir algunos de ellos, pero que siempre existirá la
necesidad de conectarlos a la fuente de energía que carga sus
baterías o alimenta sus interiores, para permitirles el pleno
funcionamiento su plana utilidad. Mirando estos cables se preguntaba
a si misma ¿a qué estoy conectada? ¿Qué es lo que a mí me
alimenta? También nosotros necesitamos una fuerza que permita que
seamos útiles y no simples aparatos que ocupan el lugar y acumulan
el polvo.
Feliz sábado de conexión sin ataduras.

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