No le quedaba más amor del que tenía en unas
cuantas palabras y en otros tantos silencios. La vida no la ha mimado
demasiado y cada vez que algo deseaba tener, sentía que se ese algo
se estaba alejando. No le quedaba otra solución que mirar. Así
mirando pudo ir descubriendo todas aquellas cosas que buscaba. Ahora
ya sin el afán de poseerlas, satisfecha y contenta con el simple
hecho de saber en donde están. A veces en la vida es mejor y más
seguro, saber en donde están ciertas cosas para poder usarlas, y
disfrutar de ellas, en vez de poseerlas y vivir el constante peligro
de perderlas. Lo que solamente es tuyo, pocos pueden disfrutar. La
belleza de las flores se multiplica por la cantidad de personas que
las puedan admirar, lo mismo pasa con los sentimientos, que puedes
descubrir a lo largo de tu camino. Mira y busca en lo más profundo y
escondido.
Feliz domingo de mirar y buscar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario