Se quejaba que los días de su vida se parecían uno
al otro que se deja arrastrar por la monotonía. No había lugar a
dudas sus días eran parecidos, semejantes, pero no iguales. En cada
uno de ellos había puntos que se repetían con cierta frecuencia,
marcando el ritmo de sus días y al mismo tiempo ritmo de su vida.
Las más hermosas pinturas están hechas de los mismos colore. Las
más bellas composiciones musicales contienen los mismos sonidos y
por eso no se puede decir que son iguales. Tenemos a nuestra
disposición, los mismos minutos, las mismas horas durante cada día
y de nosotros depende que composición vamos a hacer con ellas. Cómo
vamos a rellenar el espacio entre los puntos y las líneas que se
repiten. Hazte cargo de tu propia composición, no te compares con
otros y si lo haces que solo sea para mejorar nunca para quejar.
Feliz viernes de composición.

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