sábado, 7 de enero de 2017

Regalos

En el tiempo mágico de regalos, ella pensaba cuál de ellos le haría más ilusión. Miraba las revistas de moda con fotos coloridas y no le atraían ni los vestidos de los sastres más famosos aunque eran muy bonitos, ni los perfumes más caros con las fragancias más exquisitas. Tenía vestidos hermosos que casi no usaba porque faltaba tiempo y ocasiones para hacerlo, y varios frascos de ricas fragancias. Para tener más de cada una de estas cosas tan bellas y tan lujosas solo se necesitaba tener más dinero. Ese nunca sobraba, pero ese no era el punto. Lo que ella quería era otra cosa. Era el tiempo que podría pasar con… o tenerlo para… y ese tiempo no se vendía en ninguna parte. Dicen que más importante que el regalo son las manos que nos lo dan y ella querría tener tiempo para poderlo pasar con el dueño o la dueña de esas manos. Solemos pensar que el valor de nuestros regalos depende de nuestro poder adquisitivo, y puede ser que el cuantitativo si depende de eso, pero el cualitativo depende de otra cosa. Depende de nuestra capacidad y disponibilidad de darnos a nosotros mismos, dar nuestro tiempo, atención, amor y cariño. Eso sí que no tiene precio y es más valioso que cualquier otra cosa.

Feliz sábado de regalos.

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