Este año ya está en esta orilla de su vida. Los
primeros pasos se deslizan por sus caminos. En su equipaje hay tantas
cosas vividas, algunas reídas otras lloradas y unas cuantas
suspiradas. El tiempo y la memoria están puliendo los detalles para
poder guardarlas en el baúl de los recuerdos. Quedan algunas heridas
que algunos quieren ocultar, otros rasguñar impidiendo que se curen
bien y que se cicatricen convirtiéndose en cicatrices que suelen ser
las señales más claras y eficaces en el mapa de la vida. Avisan
sobre los peligros reales, permitiendo caminar con más cuidado. El
nuevo tiempo da la nueva esperanza, por delante hay tantos caminos
nuevos por recorrer y muchos caminos viejos que se puede recorrer de
una nueva manera. No subestimemos la experiencia que nos da lo que
vivimos en el año pasado, pero tampoco la sobrevaloremos para que no
se convierta en un freno que nos impida abrirnos a sorpresas y
nuevas experiencias. Lo nuevo es nuevo y hay que recibirlo como tal
sin prejuicios pero con prudencia y respeto. Tomando suficiente
tiempo para conocerlo y poder así tener su propia opinión.
Feliz lunes de lo nuevo.

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