jueves, 26 de enero de 2017

Silencios hinchados

Su silencio estaba muy hinchado de palabras. Ni con una larga conversación le bajaba el hinchazón. Solo un alivio pasajero cuyo efecto duraba muy poco. Ya perdió la cuenta de todas las gotas que colmaron el vaso. Aunque a veces se estaba tambaleando siguió de pie. Necesitaba un masaje lento y pausado lleno de silencios y escucha, con una buena dosis de la pomada de respeto y comprensión. El silencio hinchado puede volverse muy perjudicial, provocar una ruptura, una herida llena de reproches. Hay que distinguirlo del otro silencio lleno de escucha, respeto, meditación que absorbe y musita las cosas que recibe. Éste ayuda a reflexionar, tomar distancia de las reacciones bruscas que pueden herir, lastimar. Que no se hinche tu silencio de palabras que por alguna razón tienes miedo de pronunciar.

Feliz jueves sin silencios hinchados.

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