Claudelina no era aficionada a la caza, al contrario protegía
todos los animales y en su casa nunca podían faltar los gatos
compañeros, símbolos de ternura y de carácter. Como ellos siempre
ha andado por sus caminos, algunos la llevaron muy lejos de su casa y
a veces muy cerca de la felicidad o un poco más lejos de ella.
Aunque no cazaba a los animales, sí cazaba a los recuerdos, las
vivencias, paisajes maravillosos y momentos únicos en estos
paisajes. Son tan fugaces escurridizos que hay que tener muy buen
reflejo y buena puntería para poder captarlos. No es posible cazar a
todos, pero cada uno que se le ha escapado, provocaba más atención
agudizando todos sus sentidos. Así podía beberse la vida con todos
sus sabores y colores. Conviértete en el cazador de tus propios
momentos felices e inolvidables. No permitas que se te escapen sin
dejar huellas.
Feliz lunes de caza.
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