El cielo del otoño en Paraguay
sorprende con su intensidad de colores y los contrastes, visibles
gracias a la iluminación del sol, que lucha con las nubes
amenazantes. Es suficiente una pequeña abertura entre las nubes,
para que todo el paisaje se inunde de luz. Así pasa con la vida, con
la realidad cotidiana, a veces se necesita solo un poco de luz para
que todo se vea diferente y para que se pinte de colores. El secreto
está en encontrar esta abertura. Una visita de un amigo o una amiga
puede provocar que nuestro mundo de problemas y tristezas
herméticamente cerrado deje pasar algo de luz. Pueden ser unas
palabras o un gesto de cariño que iluminen lo que estaba sumergido
en la oscuridad. No te cierres tanto déjate iluminar por los que te
rodean, aprende de sus buenos conocimientos y comparte a los tuyos a
su vez.
Feliz domingo de abertura.
Feliz Día del Maestro en Paraguay.