Tenía un tiempo limitado y en él querría vivir lo
máximo que se pueda. Sabía que las oportunidades no se repiten. Los días tenían
que tener el sabor claro, pintarse de colores, llenar de sonidos que hagan
bailar y cantar el alma. Todo eso tiene que ser tiempo de fiesta. No tenía
motivos especiales. Solo unas simples ganas de vivir los días con claridad,
sabiendo que no se van a repetir. Porque si algo perdemos en la vida y lo
perdemos para siempre, es el tiempo. Ya demasiadas veces ha vivido momentos
maravillosos, demasiado distraída. Cuando acontecían no se daba cuenta de su
importancia, de su magnitud, de cómo podrían marcar e influenciar el resto de
su vida. Esta vez las cosas deberían ser distintas. Lo que va a vivir lo quiere
registrar como si fuera un álbum de fotos. En el futuro podrá regresar a él,
como a la fuente de pensamientos positivos sobre todo cuando éstos le harán
falta.
Feliz viernes de registrar bien lo que vives.

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