Sentados a la mesa más se fijaban en lo
que se ponía en ella en los vestidos y peinados de los comensales
que en su misma presencia. No valoraban ni a su presencia ni a sus
palabras. Sus actitudes eran propios de clientes de un restaurante
que comen juntos, quiere decir comen en el mismo lugar pero no se
encuentran. Pierden la riqueza, el sabor, de un encuentro en donde
los sentimientos se unen a las palabras así como se unen los
diferentes ingredientes de sus platos preferidos. En los días de
encuentro no te fijes ni ocupes solamente de lo que habrá en la mesa
ocúpate también de tu presencia y que esa sea de máxima calidad.
Felices días de encuentros por Semana
Santa.

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