Durante
mucho tiempo se fijaba mucho en la autoría de las cosas. Porque
todas las obras grandes tienen a un autor. A estos hombres y mujeres
les admiraba por su capacidad fuerza perseverancia. Pensaba en ellos
como en luchadores solitarios. Lo que pasa que en la vida más bien
las cosas no tienen un solo autor y no solo por aquello de que “el
fracaso de huérfano y el éxito tiene a muchos padres” sino porque
en la vida lo que se hace grande y pequeño al final de cuentas es
suma de las diferentes contribuciones. La contribución nunca es la
obra hecha pero si un elemento indispensable cuya existencia permite
que la obra esté completa. Valoremos estas contribuciones que
empujan, dan vida, animan, ayudan e iluminan las cosas de nuestra
vida y hacen que sean posibles y realizables grandes obras y
proyectos.
Feliz
lunes de contribuciones.

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