miércoles, 17 de diciembre de 2014

Admiración

Felicia no era prisionera, pero vivía encerrada. Con muchas excusas de urgentes deberes, ha levantado muros alrededor de su vida. Desde que era niña la enseñaron a trabajar, ser responsable, cumplir, nadie le dijo como se puede descansar. Aunque sabía que existe la industria de entretenimiento, sentía que la esclaviza más con un consumo dirigido. Solo algunas veces, al salir de la casa con prisas para llegar a un destino, cumpliendo uno de sus múltiples compromisos, se paraba en seco, para admirar el paisaje. Los árboles siempre le sacaban un suspiro de admiración. Empieza a descansar mirando el mundo que te rodea.

Feliz Miércoles de admiración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario