Frente a los ojos de Deisy
apareció “un muro de problemas”. Parecía que con su sombre
cubre y rodea toda su vida. Ella al principio se desesperaba, no era
para menos. Intentando calmarse se decía que la desesperación nunca
forma parte de solución. Ya más tranquila volvía revisar el muro
de problemas recordando lo que decía su abuelo. Cada muro tiene
grietas y por ahí entra la luz. Siempre entre todos los problemas,
que al parecer forman un muro imposible de atravesar, hay alguna
cosa, algún problema que es más sencillo, más fácil de
solucionar. Solucionando uno empezamos a solucionar todos. Busca
grietas de salida y verás el horizonte de
tranquilidad.
Feliz sábado de solucionar un
solo problema.

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