Liz buscaba cosas lindas. La belleza del mundo la
cautivaba con frecuencia. No era una persona superficial que le
gustan las chucherías. Tampoco tenía gustos rebuscados. Muchas
veces ha descubierto que la belleza está escondida, que llega a
través de un proceso de crecimiento y conocimiento. Que primero hay
que conocer de cerca y por largo tiempo para luego poder juzgar.
Tanto en lo físico como en lo espiritual hay muchos patitos feos,
que con el tiempo se convierten en hermosos y majestuosos cisnes.
Date tiempo para descubrir la belleza escondida.
Feliz martes de belleza escondida.

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