lunes, 15 de diciembre de 2014

Autoridad

Artemio exigía a los suyos que respeten y acepten su autoridad. En el afán de controlar todo lo que pasaba en su casa, imponía su autoridad a gritos e insultos. Su personalidad le jugaba una mala pasada. Ordenando desordenaba, construyendo destruía. Sus ordenes a lo largo de un día eran contradictorios. Sin saber perdía su autoridad sobre otros al no tener autoridad sobre si mismo, sobre su carácter y sus nervios. Con la cara de “aquí no pasa nada” intentaba disimular sus debilidades y su propia inseguridad. Demasiadas nubes cubrían su cielo, para que aparezca en él, el sol de respeto y alegría.

Feliz Lunes de respeto sin imposición.

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