jueves, 18 de diciembre de 2014

Tienda de Suspiros

Don Suspirio heredo de su padre un negocio familiar. Una pequeña Tienda de Suspiros, al final del pequeño y encantador Callejón de Sorpresas, cortado por la Avenida de Apuros, que construyeron hace unos años. El negocio no iba tan mal, siempre había gente que buscaba un suspiro a su medida. Lo que cambió, es el tipo de suspiros que buscaban. Hoy día lo que más se vendía eran los “ayes” de lamentos, casi nadie pedía los “ohhh” de sorpresas y admiración. Le preocupaban al don Suspirio estas tendencias del mercado. Solo la área infantil no sufrió cambio alguno. Los niños de todos los tiempos seguían igual de sorprendidos y al señalar con sus dedos algo necesitaban suspiros para que no se les salte el corazón. Sorprendete más y queja menos.

Feliz jueves de suspiros.

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