Se quejaba mucho, siempre con la misma canción… “Nunca me
dijeron...” En su opinión, los demás tenían la culpa, porque no
le avisaron. Ella era la eterna víctima de mala suerte y de un
constante complot de la gente a su alrededor. Nadie entendía estas
actitudes. Algo en algún momento de su vida ha fallado. Puede ser
que la sobreprotección de sus padres, unida al miedo de hacer cosas
mal, pues siempre fueron muy exigentes con ella. Acostumbrada a
responder a sus exigencias, perdió la creatividad, la iniciativa y
la independencia, siempre a la espera de que le digan lo que tiene
que hacer o dejar de hacer. Convertida en una torpe marioneta con los
hilos enredados. Procura ser atento a las exigencias, pero al mismo
tiempo crea tus gustos, tus preferencias. No hagas solo lo que
esperan de ti, lo que te piden o exigen. Haz lo que te gusta, lo que
te llena, sin tanto miedo de equivocarse. Tienes que descubrir qué
es la Felicidad para Ti. Eso nadie te lo va a decir…
Feliz jueves de cortar hilos de marioneta.

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