martes, 28 de julio de 2015

Expactativas

Desde hace un tiempo a esta parte, Ambrosia se sentía insatisfecha. Aunque ha alcanzado ciertas metas que se había propuesto, su vida parecía bastante desabrida. De repente se paraba y se preguntaba a si misma ¿eso ya es todo? ¿para eso tanto esfuerzo? En estas preguntas había una buena dosis de frustración y desencanto. Como si de repente se hubiera encontrado al borde de un gran precipicio, de un vacío insondable. ¿Tantos sacrificios, tantos esfuerzos para sentirse así? Algo andaba mal. Tenía que revisar muchas cosas. Preguntarse ¿cuales eran sus expectativas? Volviendo la vista atrás, aparecía una extraña sensación. Todos los esfuerzos, todo el tiempo ha dedicado para ser alguien, olvidándose totalmente de acompañar estos esfuerzos de sentirse ella misma en todo esto, de no perder su identidad. No supo unir a la que soñaba ser, la que era de verdad. No existen dos Ambrosias, sino una sola, que tiene que saber lidiar con lo gris y lo cotidiano de la vida. A lo largo de tu vida, de tu formación académica, profesional, de tu vida sentimental y familiar, no dejes de preguntarte lo que sientes. No olvides crecer personalmente, madurar, y revisa tus expectativas. Vive lo que es tu vida y no lo que te imaginas que es o lo que debería ser.

Feliz martes de revisar expectativas.

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