Envidiaba mucho al resto de su familia, que sabía bien lo que
quería hacer. Todos metidos en un esquema de trabajo, que aunque un
poco pesado fue eficaz. Él no cabía en eso, muchas veces se
asfixiaba. Hacía todo lo posible para ayudar, colaborar, trataba en
serio sus obligaciones, pero en vez de expandir sus alas, sentía que
se encogía, atrofiaba. Solo a escondidas, cuando nadie estaba
vigilando, ni presionaba para hacer otro trabajo, sacaba sus dones
ocultos y cerrando los ojos imaginaba lo que podría ser. Para que no
se den cuenta, aprendió hacerlo sin ojos sudados. Y aunque sus
sueños no iban tan lejos, desde el lugar donde estaba, parecían
inaccesibles. A veces en la vida no cuentas con el apoyo que buscas.
Duele mucho, pero incluso en situaciones así, no renuncies tus
sueños, desarrolla tus talentos. Al fin y al cabo solo tú eres
responsable por seguir tu camino. Tarde o temprano encontraras
espacios, oportunidades para crecer tus dones y talentos. Solo tú
puedes vivir tu vida, solo tú puedes ser feliz o sufrir, solo tú
puedes realizar tus sueños, nadie lo va a hacer por ti. No esperes
permisos, empieza el camino porque la vida es ya.
Feliz jueves en el camino.
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