Eso de entrar en los negocios fue una decisión bien pensada.
Algunos tienen la suerte y saben unir el trabajo con la pasión. Paco
era uno de ellos. Lo que no le agradaba tanto era vender cosas
usadas. Él ya trabajó en otros negocios y siempre se encargaba de
presentar y promocionar novedades, se le daba muy bien eso. Así que
no le atraía mucho vender cosas usadas. Tratándose de las ideas,
muy pronto se dio cuenta, que la gente muchas veces las tenía, pero
no las usaba y fácilmente se desprendía de ella. Él les daba a
todas una nueva oportunidad. Muchas venían en sus envoltorios
originarios, con las instrucciones intactas como soñarlas y hacer
realidad. Hasta tenían su sello de garantía y descripción exacta
de la cantidad de esfuerzo necesaria para hacerla realidad. Paco tuvo
suerte, encontró mucha gente joven de cuerpo o de espíritu,
dispuesta esforzarse y acoger ideas abandonadas, medio huérfanas,
para hacerlas suyas, hacerlas uno más de su Familia, dando más
sabor a sus vidas. No abandones, ni tus ideas, ni mucho menos
ideales. No las trates como mascotas desechables. Forman parte de tu
vida, a veces se convierten en la esencia misma de tu ser.
Feliz miércoles de acoger las ideas.

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