Ricardo
tenía objetivos claros. Sabía perfectamente que no será fácil
llegar a donde él
quiere, pero que todo es posible si uno tiene suficiente voluntad y
perseverancia. Es cierto, que para unos el camino parece fácil, como
si fiera una autopista que
derecho les lleva
a sus objetivos, y para otros es un recorrido
semejante al de motocross, lleno de obstáculos. A la propia
dificultad del camino se añade la presencia de algunas personas, que
en vez de ayudar, estorban. Lidiar con estas personas se hace
sumamente difícil. Siempre tienen varios recursos en sus manos. Usan
amenazas, chantaje, burla, chisme, exageración, distorsión y hasta
extorsión, para confundir y debilitar. Lo hacen por miedo, por
ignorancia, por incapacidad de entender los sueños que no
son suyos. No saben, no
entienden, su gran responsabilidad que tienen para con el futuro, el
crecimiento personal, el desarrollo, la
realización y la felicidad de los que les rodean. Les
gana su enojo, sus propios sueños frustrados, o la amargura al ver
que no pueden controlar las vidas ajenas. Si no puedes ayudar en el
camino de alguien que va hacia un buen objetivo,
aunque tal vez no entiendas, ni compartas sus sueños, hazte a un
lado y déjale
seguir.
Feliz
miércoles de no estorbar.

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