sábado, 1 de julio de 2017

Invisible

Se preguntaba qué sentido tiene cansarse tanto intentando hacer bien las cosas si ellos no les importa. No es que esperaba agradecimientos o reconocimientos, lo hacía porque hasta ahora se sentía bien haciéndolo. Trataba eso como parte de su misión. Lo que la preocupaba era la extraña sensación de que se estaba volviendo invisible. Su marido y sus hijos buscaban la ropa lavada y planchada, la comida, sus cosas limpias y siempre en su lugar. No la buscaban a ella. Creía que era para ellos alguien no solo maquina multiuso, de la que se espera máximo rendimiento y eficacia. Ha decidido de dejar de hacer solo una cosa, de las muchas que hacía a diario, para ver si ellos se den cuenta del cambio. Solamente no ponía de nuevo en su lugar las cosas que ellos dejaban tiradas en cualquier parte. En pocos días en la casa empezaba reinar caos. Tenía la comida la ropa planchada con el aroma de frescor pero nadie encontraba nada. Nada estaba en su lugar, buscando desesperados se toparon con su mamá. Ella estaba ahí y sabía donde están las cosas. De nuevo era visible necesaria, tomada en cuenta. Era lo único que ella deseaba. 

Feliz sábado sin personas invisibles.

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