lunes, 17 de julio de 2017

Los mejores amigos y los peores enemigos

Se quejaba que no ha tenido buena suerte tratándose de entablar amistades. Los pocos a los que consideraba sus amigos le han fallado en diferentes situaciones. Esa por lo menos era su opinión, y se notaba algún tono de reproche y amargura cuando se refería a ellos. Tenía derecho de decirlo, lo que no quiere decir que lo que decía era toda la verdad, que era cierto sin ninguna objeción. Los amigos le ofrecían su amistad, pero no por eso dejaban de tener sus puntos de vista, sus opiniones. Cada uno de ellos seguía teniendo su vida propia sus preferencias y sus actividades que en nada disminuían la fuerza o la sinceridad de su amistad. Ella veía las cosas de otra manera. Quería que la apoyen, que siempre estén dispuestos darte toda la atención que ella necesitaba, como si el mundo girara alrededor de ella. Ellos daban lo que podían y lo hacían de todo corazón. La verdad fue un poco más compleja o mucho más simple dependiendo como uno la tomaba. Nosotros mismos podemos ser nuestros mejores amigos y al mismo tiempo nuestros peores enemigos. Todo depende de nuestras actitudes y expectativas con nosotros mismos, nuestra vida y con los demás. Muchas veces esperamos de los demás que llenen nuestros propios vacíos y como no lo pueden hacer les echamos la culpa. No culpes a los demás por tus propios errores y faltas. Hazte responsable de lo que te corresponde tienes todo tu apoyo.

Feliz lunes de amistad con uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario