No
sabía con quién podía contar, porque ya había perdido la cuenta
de las veces que la han traicionado y defraudado. Las heridas que
aquello ha dejado apenas se estaban cicatrizando. Lo último lo que
querría es añadir a las existentes unas nuevas, más dolorosas. La
confianza herida tarda mucho tiempo en curarse. Hay que hacer todo
lo posible para no perderla de todo y no sumergirse en un mar
infinito de sospechas. Es bueno revisar con calma, cuando esa es
posible si el problema fue apostar por personas erróneas o esperar
de personas buenas y honestas algo que ellas no tenían por eso no
nos podían dar, o tenían pero no estaban dispuestas a compartir y
siempre estaban bien claras con sus intenciones pero nosotros no lo
quisimos ver. Puede ser que eso no justifica a nadie de los que nos
han defraudado, pero no sería malo después de todo aclararse bien
¿Qué es lo que esperamos y de quién esperamos? Tal vez la claridad
nos puede ahorrar algunos disgustos y desilusiones.
Feliz
viernes de contar con otros con mucho cuidado.

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