No
era la primera vez que sentía la saturación de tantas palabras,
consejos, críticas y observaciones. Ya se perdía entre ellas y no
sabía si ignorarlas a todas o hacerles caso. Si tenía que a hacer
el caso a qué si y a qué no. se multiplicaban las preguntas, las
dudas. No quería perder la oportunidad de cambiar mejorar algo si
eso era necesario y le podía ayudar a sentirse mejor ser más feliz.
La poca experiencia que ha tenido en su vida, sobre todo el trato con
los abuelos le mostraba que las personas que te quieren ayudar las
cosas realmente importantes las dicen muy tranquilos sin enfados sin
enojos. Incluso cuando se alteran y levantan la voz, después son
capaces volver al tema con calma total, sabiendo que lo que quieren
decir es realmente importante y se defiende por su contenido y por su
veracidad. Escucha a los que con calma te buscan y te hablan sobre
cosas que sienten y ven.
Feliz
lunes de escuchar a los que hablan con calma.

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