Su
desánimo ya ha durado suficiente tiempo para tener ganas de hacer
algo. Ese algo que en un ambiente en que ha vivido parecía un
desafío o incluso señal de rebeldía. Entre los que la rodeaban
hubo mucha crítica y mucha insatisfacción. No les gustaba lo que
pasaba, tampoco hacían algo para cambiarlo y las propuestas de
compromisos y participación les parecían muy rancias, demasiado
anticuadas. Al parecer ignoraban que de los más viejos troncos salen
los más tiernos brotes que preservan el delicioso sabor de frutas
eternamente nuevas. Ponle límite a tu desanimo, no esteres que las
cosas cambien por si solas no lo harán, salta a las aguas de tu
realidad y prueba que frutos de diferentes sabores te puede traer tu
participación.
Feliz
miércoles de participación.

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