miércoles, 24 de octubre de 2018

Hermanas y hermanos por elección

No han nacido de la misma madre, ni tenían al mismo padre, pero eso no les impidió ser hermanas. Lo suyo no era cuestión de lazos de sangre sino del alma. La vida las puso cerca para conocerse y lejos para extrañarse. Cada una tomó su camino sin exigir nada a la otra. El tiempo demostró que aunque los caminos eran propios resultaron ser paralelos. Entre las risas y lágrimas se acompañaban apoyaban y ayudaban, para que su caminar sea más llevadero, para cuando las fuerzas flaqueen tener el brazo o el hombro la una de la otra. Sus vidas se han rimado como las estrofas de un poema la letra de una canción, construyendo su día a día con la familia y con su presencia. Mientras más tiempo pasaba más fuertes se han hecho sus lazos y sus parecidos reforzados con las palabras, las confidencias, las rondas de mate o de tereré y las fiestas compartidas. Nuestra familia siempre crece cuando hay cariño sincero y desinteresado, que nos hace inmensamente ricos, acompañados y seguros de contar con alguien.

Feliz miércoles de hermanas y hermanos no precisamente de sangre.

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