viernes, 29 de marzo de 2019

El silencio necesario


De vez en cuando necesitaba algo de silencio para poder escuchar. Llegar a escuchar hasta el último sonido el último quejido de su alma. Su vida era muy ruidosa y al ruido uno se acostumbra, al grado que no percibe su presencia. El está ahí e impide a escuchar ciertas cosas que solo se detectan cuando hay silencio, se musitan, se susurran. El ruido provoca que todo eso se acumula ahí dentro empieza ocupar cada vez más lugar. A veces empieza a pesar, a recostar la respiración, tratándose a liberar con los profundos suspiros que no alcanzamos a controlar y se nos escapan en momentos menos oportunos. Regálate un tiempo de silencio para escuchar todo eso y actuar cuando la situación lo exige. Así evitarás a sentirte mal intranquilo agitado y no culparás a los demás.
Feliz viernes de ratos de silencio.

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