Se empeñaba en intentar buscar frutos en donde según los principios básicos
de la naturaleza no los había. No es ni mala voluntad y complot del destino que
las manzanas crecen en el manzano y las ciruelas en el ciruelo y no en el
supermercado aunque ahí los podemos comprar. Cada fruta antes de que llegue a
nuestras manos recorre un camino y está sometida a un proceso. A veces
ignoramos el esfuerzo de diferentes personas solo nos interesa calidad y sabor.
Siempre hay un inicio y no es solo el de ciclo natural sino de todo el trabajo
normalmente para llegar a tener una fruta alguien la tuvo que sembrarla,
plantarla y cuidar su crecimiento. Así también pasa con nuestra vida para qué
frutos hay que sembrar y no buscar en el lugar equivocado. Sembremos lo bueno con
palabras y actitudes en nuestra vida y relaciones para poder cosechar frutos
excelentes.
Feliz domingo de sembrar.

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