martes, 19 de marzo de 2019

La prudencia

Las cosas andaban últimamente algo alteradas. Ella por no echar más leñas al fuego trataba de cuidar cada una de sus palabras, gestos y actitudes. La prudencia no era su rasgo fuerte pero la situación lo ameritaba. Los golpes de la vida la han enseñado de que más eficaz y perdurable es lo que haces con prudencia teniendo cuidado y casi sigilosamente, que lo que anuncias con bombos y platillos y haces sin mirar a los lados encerrado en los esquemas y los objetivos. No se trata de complicar más las cosas sino de ser conscientes que en un lugar en un proceso no todos vamos con el mismo paso, estamos con la misma salud predisposición o el mismo humor el mismo estado de ánimo. La prudencia ayuda armonizar y ablandar. Quitar algo de la sobredosis de prisas y de agresividad. Trata de ser prudente y verás los efectos. No confundas la prudencia con el miedo.
Feliz martes de prudencia.

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