Siempre que pasaba por el mercado, ha tratado de apreciar el esfuerzo
ajeno. Sabía perfectamente que muchas cosas que tenía en sus manos para que
lleguen así lindas y sabrosas tenían que pasar por otras manos que las cuidaban,
cultivaban, les daban su tiempo y cariño toda su atención. No solo para buscar
el provecho económico la venta de sus productos, sino porque querían lo que
hacían y respetaban su trabajo y sus frutos. Frente a su actitud estaba el
desprecio de muchos, que abogaban por la vida sofisticada que estos trabajos y
esta gente les parecía demasiado simple e ignorante. Mostrando de esta manera
su ignorancia y su corta visión, su falta de empatía y gratitud. Trata de
reconocer el sacrificio y la entrega de las personas que te rodean y cada día hacen
cosas simples pero sin ellas este mundo no podía ser lo que es. Son los
verdaderos transformadores de la realidad desde lo pequeño. Vive agradecido.
Feliz jueves de gratitud.

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