Si no fuera por ellos ya no haría muchas cosas. Ellos se volvieron el motor
que la movía hacia actividad y hacía posible que no se terminen en nada muchos
de sus e ilusiones. Aparecían para sostener, para animar, para acompañar, para
apoyar y empujar y algunas veces `para desafiar. Sabían guardar a las
distancias y estar cerca tocando el alma. La llevaban a lugares cuya belleza
era como el mejor remedio para todos sus males, la mejor energía para seguir el
camino. Puede ser que no eran la mayoría, porque la mayoría desanima y sabe
lastimar hace comentarios que se roban los restos de las ganas que uno tenía.
Ellos eran los precisos los indispensables, nunca presumían de nada ni se
atribuían nada. Simplemente estaban compartiendo el trozo de camino que les ha
tocado. No hablaban de la amistad y sin lugar de dudas eran amigos. Cuida la
gente que te sabe animar, y no les hagas demasiado caso a los que desaniman
también son parte de paisaje.
Feliz sábado de ánimos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario