sábado, 9 de marzo de 2019

La entrega

Al parecer el problema era la entrega. Él se daba entregaba todo lo que debía a entregar, pero siempre cuidaba a las líneas que dividían su vida en apartados. Cada apartado tenía su cuota, cada apartado tenía sus cosas. Unos le admiraban por su organización y otros no podían entender su intransigencia y su falta total de generosidad. Es que él no atravesaba los límites que se ponía. La buena organización es indispensable, pero la vida exige algo más que eso. No solo la entrega puntual de lo que se debe sino una generosidad. Es que en la manera que nos damos recibimos. Normalmente recibimos mucho más y eso nos debe empujar hacia mayor generosidad y entrega. Despertar en nosotros la gratitud.
Feliz sábado de la entrega.

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