lunes, 11 de marzo de 2019

Vida como don

No tenía superpoderes pero hacía supercosas. Sin grandes pretensiones simplemente por amor a la vida y al mundo que la rodeaba vivía agradecida, llena de paz. Escasea mucho gente que no se pone violenta ni nerviosa, así que su actitud llamaba mucho atención. Claro no faltaban los que la consideraban tonta o ingenua o hasta inmadura. Ella no les hacía caso sabía el por qué de sus decisiones y actitudes. Sabía por experiencia que al final de cuentas siempre va a salir ganando. Cuando no se debe no se teme y ella estaba tranquila en ese aspecto. No tenía que defender a nada, ni temía perder nada de lo poco que tenía pues no le daba más valor a las cosas fuera de su utilidad. No quería que su vida trascurra dentro de un museo y que viva como uno de los objetos de la exposición, cuidando que no la cubra el polvo. La vida se recibe con gratitud y se da con generosidad.
Feliz lunes de donación.

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