martes, 12 de marzo de 2019

Ser de provecho

La abuela era muy anciana y al mismo tiempo muy lucida. Solía decir a sus netos que la vida es demasiado corta para desperdiciarla, que le quedaba poco y lo poco tenía que aprovechar bien. Ha vivido en tiempos duros en los que uno para salir adelante tenía que contar con otros. Eso le ha quedado hasta hoy día y aunque el mundo ha cambiado tanto ella cada noche antes de dormir se preguntaba: ¿a quién ha ayudado?, ¿a quién ha sido de provecho durante el día que se termina? Conforme a la respuesta que encontraba sabía si fue un tiempo bien vivido o un tiempo desperdiciado. Necesitamos repetir este ejercicio para sentir el paso de la vida por nuestro camino y no en simple transcurrir del tiempo por nuestra existencia sin dejar rastro.  
Feliz martes de provecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario