Los que estaban a su alrededor eran gente común y corriente. No
tenían nada de seres con alas, pero en tantas ocasiones normalmente
cuando menos lo esperaba se comportaban como ángeles. No hacían
mucho, a veces solamente estaban al lado. Su presencia más que un
poder especial eran la mejor ayuda. En la mayoría de los casos en la
vida, cuando los problemas aprietan, nosotros sabemos perfectamente
que hacer, solo que no lo queremos hacer solos. Necesitamos a alguien
que esté cerca de nosotros apoyando sosteniendo animando para seguir
y desistir por falta de fe que si se puede o por desconfianza o el
miedo. Piensa ¿quiénes en los últimos tiempos eran tus ángeles y
para quienes tú fuiste ángel a su vez? Que la presencia sea el
mejor apoyo la mejor palabra y el mejor argumento.
Feliz
jueves de ángeles de carne y hueso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario