Esta
semana empezaba con las pequeñas alegrías que se asomaban
escondidas detrás de los encuentros con sus amistades. Ahí entre
conversaciones risas y lágrimas se tejían las redes del sentido que
buscaba en su vida. Es que con ellos somos más y mejor, aunque a
veces nos enfadamos enojamos molestamos. No todos que llegan a
nuestra vida se quedan para siempre algunos llegan nos permiten
descubrir algo que no supimos y se van. El proceso doloroso, pero
necesario. Otros vienen se quedan y mantienen siempre viva nuestra
capacidad de soñar. Algo fundamental porque como dijo un sabio:
“Cundo el hombre sueña es dios, cundo el hombre cuenta es
esclavo”. No hagamos cálculos en el arte de la vida compartiendo
encontrándonos con los demás. Tratemos soñar con ellos para hacer
nuestro mundo, nuestra vida, más grandes, más hermosos.
Feliz
lunes de encuentros y sueños.

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