El
amanecer despeja las oscuridades devolviendo a cada cosa su color, su
tamaño real y su distancia. Es un momento mágico. Muchos no tenemos
tiempo para admirarlo. Así debería amanecer en nuestra conciencia,
el amanecer de nuestros pensamientos, que nos ayude cada día
apreciar el real tamaño de nuestros problemas y dificultades nuestra
distancia de las soluciones que están ahí a veces en la neblina de
la ansiedad y de las prisas. Siempre empezamos por ver a las que
están más cerca y las que son más grandes, pero la sabiduría de
la vida nos invita a hacer el esfuerzo y fijarse en los detalles. No
todo es un problema enorme o una situación sin salida, como tampoco
existe una solución mágica, universal válida para todo. Cada cosa
en su justa medida, y cada paso suma. No te desesperes.
Feliz
martes de medidas y tamaños.

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