viernes, 22 de noviembre de 2019

La música del alma

Nos acompaña siempre, es capaz transportarnos en el espacio y en el tiempo. Nos trae, nos lleva, nos protege, nos calma. Puede sacar lágrimas partiendo el alma, y al mismo tiempo, puede curar las heridas más profundas. Cada uno tiene la suya, la única, la preferida, que está ahí, al alcance de la mano o más bien al alcance del alma. La música, nuestra compañera y confidente, la hechicera y la adivina, la que conoce nuestros secretos y sabe lo más profundo de nuestra alma. La compartimos o la guardamos celosamente, aunque es de todos y creada por un artista o unos artistas, para nosotros es nuestra. Hoy nadie duda de su poder terapéutico, para los emigrantes suena a casa, a familia, a su tierra, a su pueblo, a fiesta, nostalgia, a todo. La misma pieza de música suena tan diferente cuando cambian las circunstancias, la compañía en la que la escuchamos. Que nunca nos falte y que nos lleve al encuentro con lo trascendente, con lo espiritual y con los demás sus alegrías y tristezas. Que nunca nos separe porque no se lo merece.
Feliz viernes de música.

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