Tanta belleza se esconde en un
paisaje que tenemos frente de nuestros ojos, que podemos pasar horas
contemplándolo y descubriendo miles de detalles, que a la primera
vista parecen ocultos. Tal vez no son tan ocultos, sino que forman un
todo que necesita tiempo para ser conocido. Cuando uno acostumbra su
vista a la totalidad, se empieza fijar en los detalles. Lo que pasa
con los paisajes también pasa con las personas. Fácilmente podemos
quedar en una mirada general, que nos agrada o desagrada y no mirar
con más tiempo los detalles. La primera impresión puede ser muy
engañosa, aunque es importante. Todos pueden tener un mal día y los
pudimos conocer un día de estos. Dejémosles la posibilidad de
mostrarnos otra imagen. Los detalles que no hemos visto a causa de su
mal humos o su seriedad inicial. Todos tenemos mucha belleza que
compartir, solo que los problemas de la vida nos la hacen esconder.
Feliz
sábado de descubrir la belleza escondida.

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