Rebeca se paraba a la
orilla de un cuento, a la orilla de una historia, sin querer entrar y
hacerse protagonista. Se excusaba, que se merece una historia más
interesante. Que la suya a nadie va a interesar, que las de otros si
que eran buenas y la de ella apenas alcanza unas cuantas lineas. Así
parada sin dar el primer paso, dejaba pasar todas las oportunidades
que la vida le prestaba. Sentía que no está preparada para un gran
papel. No sabía que la cosa más importante es pertenecer a un buen
elenco. Dejarse llevar por la corriente de la felicidad, que la
llevará a un buen puerto de amor.
Feliz Viernes desde Sao
Paulo Brasil.